Pabellón Barcelona

El Pabellón Alemán de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 es el mayor hito español de edificios de su tipología. Sin olvidar otros ejemplos relevantes, como el Pabellón de la República en París 1937 (Sert y Lacasa) o el Pabellón de España en Bruselas 1958 (Corrales y Molezún), la trascendencia del conocido como Pabellón Barcelona en la Historia de la Arquitectura, y propiamente en la arquitectura española, ha sido sobresaliente, hasta el punto de que difícilmente podemos pensar que Cano Lasso proyecta un edificio de este tipo sin tener en en mente la obra de Mies van de Rohe.



Diez puntos de comparativa entre los dos pabellones o por qué el Pabellón de España en la Expo 92 NO es el Pabellón Barcelona:

1 Contexto temporal:

   El Pabellón Alemán se proyecta en 1928, diez años después de la derrota de Alemania en la I GM, que se presenta nuevamente al mundo con ideales de apertura. Por su parte en el caso sevillano se trata del gran escaparate del país anfitrión, que también se presenta al mundo en el optimista Spanish Year que es 1992: Juegos Olímpicos de Barcelona, Capitalidad Cultural Europea de Madrid, Exposición Universal de Sevilla y el 500º aniversario del Descubrimiento de América y el fin de la Reconquista.

2 La ciudad

   Tiempo después la Exposición Universal de 1888, Barcelona quiere volver a vivir el impulso que supone para la ciudad un evento de estas características, esta vez ubicado en Montjuic, y que dejaría para el recuerdo desarrollos urbanos y edificios públicos. En el caso sevillano, la repercusión fue también enorme, por el impulso para la ciudad en todos los ámbitos situarse el frente de un evento mundial. Se trazaron nuevas infraestructuras y se transformó la Isla de la Cartuja.

3 El solar

   El Pabellón de España preside sin timidez el Lago España, es el recinto del anfitrión y por ello ocupa una posición privilegiada desde la que mostrar su gran tamaño y el juego de volúmenes. El solar en el caso del ejemplo barcelonés está retirado del eje principal de la Exposición (la fuente Mágica): decisión de Mies para no competir con los pabellones mayores de otros países.

4 Concepto de diseño

   En ambos casos se trata de mostrar a un país moderno, relegando formas historicistas y apostando por juegos de planos (Barcelona) o volúmenes. Mies plasma gráficamente su "menos es más", con una atención exquisita al detalle y a la depuración de cada elemento. Por su parte, Cano Lasso traza un edificio en el que pone el énfasis en el conjunto que muestra el edificio, aunque probablemente no se desarrolla tanto el detalle al renunciar a la dirección de obra.

5 Materiales

   El Pabellón Alemán parte de un tamaño discreto, pero emplea materiales de gran calidad, como mármol verde de los Alpes, mármol verde de Grecia, travertino romano y ónice dorado del Atlas. En el caso del Pabellón de España aparecen mármoles y chapas, algunas de bronce, pero aquí existe más la visión de un acabado de conjunto frente al enriquecimiento puntual del primer edificio.

6 El programa

   El edificio sevillano debía albergar tres exposiciones: Vientos de España (producción Imax proyectada en la sala de cine esférica), Caminos de España (diversas salas) y Tesoros de España (mostrada en el gran cubo). Cano Lasso llega a afirmar que solo le tercera merece la pena, ya que en ella se muestran obras como Caballero de la mano en el pecho de El Greco.
En el caso de Barcelona, el edificio se expone así mismo, no hay otro contenido que la escultura de Kolbe o la sillas Barcelona del propio Mies que, desde luego, no justificarían la construcción. El programa del edificio es estar presente.

7 Trascendencia

   El Pabellón de España, aun siendo un ejemplo celebrado dentro de la arquitectura española, no ha tenido la misma repercusión que el Pabellón Alemán, que se ha convertido en un icono del Movimiento Moderno, lo que resulta difícil de igualar.

8 Superficie

   La obra de Barcelona ocupa unos 1.000 metros cuadrados, caracterizados por su planta libre en concordancia con el Movimiento Moderno. La obra de Cano Lasso se acrca a los 21.000 metros cuadrados, también dotados de flexibilidad, pero aquí ante el más que previsible cambio de uso tras la Exposición.

9 Actualidad

   En 1930 se desmonta el Pabellón Alemán, pero fruto de la trascendencia que ha tenido se reconstruye en 1986. En Sevilla el Pabellón de España nunca se demuele, pero se trastocado su intención original al hacerlo formar parte de un parque temático, no existiendo la misma reverencia por el edificio que en el caso catalán.

10 En la obra del autor

   El Pabellón de España se ha convertido en el proyecto más importante llevado a cabo por Cano Lasso a lo largo de su carrera. En el caso de Mies, eso es difícil de afirmar de cualquier obra suya, pero sí se trata de la obra que resume su etapa europea y muestra toda la influencia del Neoplasticismo en el autor.